Mala praxis en ginecología y obstetricia

En el marco del 5° Congreso  Internacional de Controversias en Obstetricia y Ginecología llevado a cabo en la ciudad de Buenos Aires, el Dr. Vadim Mischanchuk, abogado de la Asociación de Médicos Municipales disertó acerca de la temática Mala Praxis: ¿Cómo protegernos?

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Mischanchuk hizo un abordaje de la temática cuya principal característica fue problematizar y poner en cuestión el trasfondo que subyace al problema de la mala praxis en relación a los profesionales de la salud. De este modo, definió a la mala praxis como un actuar negligente, no hacer lo que se espera de un profesional. Su crítica apuntó a que en general solamente se relaciona el concepto con la práctica del médico cuando en realidad “un actuar negligente puede provenir de un abogado, un contador, un arquitecto u otras profesiones”.  En este aspecto convocó a la reflexión para evitar la estigmatización de los médicos e incluso destacó que muchas veces son los propios profesionales de la salud quienes estigmatizan su propia actividad.

En función de lograr un acercamiento lo más preciso posible hacia esta temática, Mischanchuk colocó el eje en cómo se llega a cometer un acto negligente poniendo en escena el término de responsabilidad profesional. Y expresó: “Todo aquel que tiene un título y más aquellos que ejercen su profesión de manera matriculada, deben responder por sus actos”.

Desde esta perspectiva, abogó por un cambio de paradigma y aseveró: “No hay juicios por mala praxis. Hay procesos judiciales en los que se investiga si pudo haber existido algún tipo de daño, provocado por un agente determinado (médico, abogado, etc) y es un juicio por responsabilidad profesional”.

Otra de las puntualizaciones que remarcó fue no confundir error médico con mala praxis ya que el primero consiste en una equivocación honesta por dificultades de diagnóstico o terapéutica. Y fue aún más contundente al afirmar que el error médico existe sin que esto implique que haya negligencia o mala práctica. El ejemplo paradigmático es el caso de los oblitos, la bibliografía médica y jurídica establece que aun tomando todas las precauciones del caso, un oblito puede existir. Y cuando esto sucede, en la actualidad los jueces ponen el foco en el seguimiento del post operatorio y no en el oblito en sí mismo.

Finalmente, Mischanchuk colocó el eje en la práctica de los médicos y en la importancia de efectuar una correcta documentación de todos los procedimientos que realizan. “Son importantes estos espacios porque refieren a un interés en la prevención. Trabajar en la prevención es hablarles a ustedes mismos que son los que terminan, en definitiva, brindándole la información a los jueces. El juez realiza la reconstrucción de un hecho en base a la historia clínica, los estudios complementarios, la declaración de los familiares y otros médicos, la autopsia y la opinión de los peritos.”

Partiendo de esta conclusión, Mischanchuk destacó aquellas Instituciones que cuentan con Comités de Riesgo que llevan adelante prácticas como el control sobre la confección de historias clínicas, sobre la confección de consentimientos informados que precisamente han bajado la litigiosidad.

“Es muy importante mantener la mejor relación médico-paciente”

Una de las mayores preocupaciones que revelan pertinencia con esta problemática reside en que la ginecología y obstetricia es una de las especialidades con más alto riesgo médico legal. Y por otro lado, cabe reflexionar sobre los modos y acciones que pueden realizarse para evitar el surgimiento de conflictos legales. Mischanchuk dejó asentado su postura al ser consultado por Medcenter.

¿Qué aspectos convierten a la gineco-obstetricia en una especialidad con alto riesgo médico legal?

Dr. Mischanchuk: Hay varias situaciones. La primera tiene que ver con que es un momento muy particular en la vida de las personas, es decir, el nacimiento de un hijo involucra muchos sentimientos puestos en ese momento. La segunda cuestión es que en la Argentina, por lo menos, en gran parte de lo que tiene que ver con el público que se acerca a los hospitales de la ciudad de Buenos Aires, los seguimientos de los embarazos son bastante pobres. Las pacientes, en general, no hacen un buen seguimiento del embarazo, entonces cuando llegan a los hospitales lo hacen sin los controles recomendados. Y en tercer lugar, en lo que tiene que ver con el ámbito privado, desde mi experiencia, la población desconoce las complicaciones que pueden producirse durante un parto y lo que noto a partir de las lecturas de las demandas es que siempre estas cuestiones, como puede ser una circular de cordón ajustada al cuello, un nudo real de cordón, los toma por sorpresa. Por lo tanto, hay un bajo conocimiento en el nivel medio de la población de las complicaciones que se pueden producir en un parto. Entonces ante la ocurrencia de estas complicaciones automáticamente se produce un litigio.

¿Cuáles son las principales consideraciones para prevenir el riesgo de mala praxis?

Dr. Mischanchuk: Principalmente es muy importante mantener la mejor relación médico-paciente posible e informar a la paciente y a los familiares que hagan el seguimiento del embarazo y las posibles complicaciones, seguir todas las recomendaciones del caso, cumplir con la normativa vigente con respecto a la confección de la historia clínica y consentimientos informados y atenerse a guías y normas de servicio actualizadas y reconocidas como para que el día de mañana si alguien le reprocha al médico, por ejemplo, por qué no hizo la cesárea en tal o cual semana frente a determinada característica obstétrica, él pueda tener toda la bibliografía correspondiente y las normas de servicio que avalan que esa paciente, con esa clínica obstétrica en ese momento, no tenía criterio para hacer una cesárea.

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